El control de esfínteres

El control de esfínteres es una capacidad que no todos los niños desarrollan a la misma edad. En un mundo ideal, cada cual debería llegar de forma natural a ello y en el momento madurativo adecuado. Pero, cuando se aproxima la hora de escolarizar a nuestros hijos e hijas, a veces nos vemos obligados a forzar la máquina y acelerar el proceso. Es una realidad que en Infantil 3 años las escuelas piden que los pequeños acudan al centro, desde el primer momento, sin pañal.

Algunos consejos para el aprendizaje del control de esfínteres

Cuál es el mejor momento para iniciar el control de esfínteres

Puesto que el colegio comienza en septiembre, el momento ideal para iniciar la transición es cuando empieza a hacer calor. Es inevitable que, en pleno proceso de aprendizaje, haya algún que otro “escape”. En verano, al hacer más calor, no corremos el riesgo de que se enfríen cuando se mojan. También resulta más fácil cambiar a los pequeños de ropa, ya que llevan menos prendas y son más ligeras. Si, además, coincide con las vacaciones, mejor que mejor. Es cuando nosotros estamos más relajados y vamos a poder hacerlo con menos tensión.

Las cosas difíciles, mejor de una en una

Es importante que hagamos una cosa por vez. Es decir, si vamos a quitar el pañal, no debemos, simultáneamente, quitar el chupete, cambiar horarios, cambiarles de la cuna a la cama o realizar cualquier otra modificación de su rutina. Eso puede crear ansiedad en los pequeños y alargar innecesariamente el proceso.

Háblale, explícale lo qué tiene que hacer, ejemplifícaselo

Es importante contarles a los niños qué vamos a hacer, lo que estamos haciendo y por qué es importante. Les ayuda a prepararse para la actividad, asimilar mejor el cambio y les permite tomar control de sus acciones poco a poco.

También funciona muy bien que los primeros usos del orinal los hagan al mismo tiempo que el adulto está en baño. Normaliza por completo la acción que el pequeño vea que su padre o madre hacen exactamente lo mismo que está haciendo él.

Crea rutinas que faciliten el control de esfínteres

Los niños son animalitos de costumbres y aprenden mucho más fácilmente cuando las acciones se convierten en rutinas. Por eso, en cuanto se pueda, es importante ponerles en el orinal todos los días a las mismas horas. Lo ideal es hacerlo siempre después de que hayan comido y antes de irse a la cama. Al principio, los pequeños no harán nada, pero poco a poco se producirá el milagro.  

¿Cuándo se les quita el pañal?

Durante un tiempo, se puede sustituir el pañal tradicional por uno de subir y bajar. Debemos instruir al pequeño o pequeña también en ese hábito. Es fundamental hacerle notar que se ha hecho el cambio de un pañal a otro, explicarle el porqué de dicho cambio y contarle lo que se espera de él o ella.

Respecto a quitarlo por completo durante el día, hay diversas opiniones. Algunos dicen que lo mejor es quitarlo de golpe, para que el pequeño o pequeña tome conciencia de lo que pasa cuando no lo pide. Otros, aconsejan empezar a quitarlo cuando ya es capaz de pedirlo con cierta frecuencia.  Nosotros nos decantamos por la segunda opción. Si se maneja bien el uso de pañal de subir y bajar y, con paciencia, se le hace entender que no es para “mojarlo”, se llega al mismo aprendizaje en la misma cantidad de tiempo y resulta menos traumático.  

La retirada del pañal por la noche es aconsejable hacerla cuando ya controlan los esfínteres de día y se observa, de manera reiterada, que el niño o la niña se levanta seco.

Como en todo, mucha calma

Durante todo el tiempo que dure el proceso, es imprescindible hacer alarde de paciencia. La calma será nuestro mejor aliado, algo que, como ya sabéis, solo se logra dándole tiempo a las cosas. Con un buen plan de acción y la rutina adecuada, en tres meses los pequeños y pequeñas consiguen el objetivo.

Imagen: Foto de niño creado por freepik – www.freepik.es

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