Educar niños de 7 a 10 años

En cómo criar hijos seguros y felices queremos daros una serie de pautas muy sencillas pero efectivas que os ayudarán en la educación de vuestros hijos.

Para empezar, es importante comprenderles, conocer qué está pasando dentro de sus pequeñas cabezas. Por ello, es importante saber qué particularidades tiene la fase de desarrollo en la que se encuentran.

Si algo caracteriza a la etapa de los 7 a los 10 años es su progresiva conexión con la realidad. Eso implica, a su vez, una comprensión del entorno y un reconocimiento de ciertos deberes y obligaciones. Su comportamiento comienza a adaptarse a las condiciones y sucesos que el mundo le impone.

Por todo esto, los aprendizajes que se producen en esta etapa son importantes y decisivos.

Para criar hijos seguros y felices es imprescindibles que ajusten sus necesidades a la realidad

Esa nueva forma de percibir es la ocasión perfecta para que vayamos ayudándoles a reajustar sus expectativas y necesidades. No podrán tener todo lo que quieran, ni actuar como les apetezca.

Para criar hijos seguros y felices, es imprescindible que, desde pequeños, sepan que hay límites y normas que rigen la convivencia en el seno de su familia, su colegio, su sociedad. Cuanto antes tomen conciencia de que “no todo vale”, antes asimilarán que hay cosas que no necesitan tener, que ciertos comportamientos les van a perjudicar, etc.

Es esencial crear en la mente de nuestros hijos una narrativa positiva, que les muestre el mundo como un lugar en el que tienen un papel. Eso no conlleva enaltecer falsamente su ego, comprarles todo lo que piden o impedir que se enfrenten a sus fracasos. Los regalos sin razón y los halagos sin motivo pueden mermar su capacidad de lidiar con la realidad. La creencia de que pueden tener todo lo que quieren va a generar un desajuste entre quienes creen que son y quienes son en realidad. Eso puede dar lugar a  niños narcisistas.

Cuando algo malo ocurre, hay que ayudarles para que le den a la situación la importancia justa. No se trata de decir que no importa, porque en su mundo, sí que importa. Pero se puede guiar su pensamiento a través de preguntas que les hagan reflexionar, comparar con otras situaciones, y cuestionarse cosas.

Criar hijos seguros y felices, pasa por enseñarles a asumir que no siempre todo es perfecto y a aprender de sus errores. Eso sí, con amabilidad, tranquilidad y mucha paciencia.

Autonomía con responsabilidad

En una sociedad cada vez más compleja, podemos tender a sobreproteger. Bueno, es lo normal. Nuestro instinto nos dicta cuidar a nuestros vástagos. Así que, el método infalible para no exagerar en nuestro papel de guardianes es establecer rutinas que los hagan autónomos. Si escalonamos el grado de responsabilidad que les vamos dando, y establecemos, una a una, qué actividades y tareas pueden y deben hacer solos, todo irá bien.

La clave para educar niños felices es la autonomía con responsabilidad. La responsabilidad se logra cuando los pequeños conocen y asumen una serie de normas.

Lo primero, por tanto, es pactar con ellos normas y consecuencias. Si tienen claro qué pueden hacer y qué ocurrirá si se incumple lo establecido, los niños desarrollarán un sentido claro de la justicia.

Una vez pactadas esas normas y consecuencias, es la hora de darles poco a poco autonomía. Para poder ejercer esa autonomía deben saber cuáles son sus deberes. Solo el cumplimiento de sus deberes lleva anexo el poder ejercer sus derechos.

Criar hijos seguros y felices solo se consigue cuando estos tienen logros que alcanzar y los padres ejercen de guía. La calma y el cariño deben ser nuestras estrategias. Los objetivos claros y concretos y la determinación para alcanzarlos habrán de actuar como cimientos.